¿Alguna vez te has parado a pensar cuánto tiempo al día pasas mirando a una pantalla? Ya sea frente al televisor, el ordenador, la tablet o el teléfono, los expertos aseguran que el tiempo que pasan nuestros ojos fijos en las pantallas LED es excesivo y que esto puede desembocar a la larga en serios problemas de salud.
¿Cómo nos afecta la luz de las pantallas?
Cuando nos ponemos frente a una pantalla el ojo tiene que hacer un gran esfuerzo para mantener el enfoque a una corta distancia durante mucho tiempo, lo que suele dar lugar a un problema muy común llamado astenopia o “fatiga del ojo”. Por otro lado, cuando los ojos están enfocando durante mucho tiempo un punto fijo éstos reducen considerablemente el parpadeo, lo que provoca que la lágrima no humedezca el ojo de forma uniforme, produciendo la sensación de sequedad en los ojos.
En definitiva, pasar mucho tiempo frente a una pantalla es perjudicial para nuestra salud, pudiendo provocarnos dolor de cabeza, picor de ojos, insomnio y visión borrosa debido al esfuerzo excesivo.
¿Cómo minimizamos los daños de la pantalla?
- Mantén la distancia. Cuanto más cerca estemos de la pantalla más esfuerzo tiene que hacer el ojo para enfocar correctamente el texto. La distancia ideal son 40 o 50 centímetros entre la pantalla y los ojos.
- Iluminación ambiental: Los ojos no están preparados para recibir la luz de manera directa, así que los músculos de nuestros ojos harán mucho menos esfuerzo si hay una buena iluminación en el entorno.
- Hidrata tus ojos: Cuando estamos absortos mirando una pantalla el número de parpadeos se ralentiza, generando sequedad de ojos y dolor de cabeza. Es importante descansar la vista cada cierto tiempo para que esto no ocurra.
- Ajusta el brillo de la pantalla: Lo ideal es mantener un brillo medio que no nos resulte agresivo a los ojos, dependiendo de las condiciones de luz en las que nos encontremos.
¿Me lo imprimo?
Es un hecho que cuando leemos en papel asimilamos mejor la información, por supuesto el formato digital tiene sus ventajas a la hora de almacenar y recopilar contenidos, pero para dedicar tiempo leyendo y memorizando textos, lo más aconsejable sin duda es imprimir los libros y apuntes.
Cuando leemos de una pantalla tendemos a hacer una lectura superficial y no lineal del texto, es decir, nuestros ojos saltan de un lugar a otro y priorizan ciertas partes de la información que no suelen ser las realmente importantes. Esto afecta a nuestra capacidad de síntesis del texto, a la concentración, a la comprensión y a la memoria.
En nuestra opinión, la virtud está en el punto medio y creemos que lo mejor es combinar ambos métodos de estudio, por supuesto sin olvidarnos de los beneficios para los ojos y el cerebro que nos aporta la lectura en papel.
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