Nos encontramos ante el eterno debate entre el papel y lo electrónico, pues desde que nuestras costumbres y trabajos se han inclinado hacia las nuevas tecnologías, parece que hemos dejado un poco de lado el papel, pero qué soporte es mejor es un debate que sigue en auge.
Lo más normal en las clases es ver a los alumnos con sus portátiles o Ipad, y es que es inevitable que siendo una herramienta básica en nuestro día a día, nos sea más fácil su uso tanto para el aula, como para leer. Pero, ¿hasta qué punto nos beneficia esto?
Para empezar, nuestro cerebro es el que manda a la hora de decidirlo, y es que la información que le transmitimos no le llega de la misma forma si la vemos en papel o en pantalla, ya que aunque letras y palabras sean símbolos, nuestro cerebro los interpreta como objetos físicos, y el papel le ofrece una estructura mejor definida: página de izquierda y derecha, y ocho esquinas de orientación.
Asimismo, el cambio a lectura en pantalla que estamos obligando a realizar a nuestro cerebro supone una mayor dificultad a la hora de comprender y memorizar, así como mayor cansancio para la vista.
Además, según distintos estudios, el escribir o dibujar en papel cuando tomamos apuntes produce, en primer lugar, mayor actividad cerebral y, en segundo, mayor facilidad a la hora de memorizar, gracias a nuestra memoria visual.
Por ende, si nos basamos en el aspecto científico, el papel sigue siendo un fiel aliado en el aula, el estudio y la lectura, pero la elección de cada uno es algo personal según tus costumbres y tu comodidad, ¿con cuál te quedas tú?